Tal vez comenzaste a notar en tu hijo una serie de conductas atípicas que no coincidían con el estereotipo de lo que otros llaman “normal”.
Por ejemplo, no respondía a su nombre o le molestaban ciertos ruidos, luces o texturas. Todos los días recibías una nota de su maestra con un llamado de atención, así que aceptaste que algo no andaba del todo bien.
Luego de pasar por innumerables profesionales, a tu niño de 7 años le diagnosticaron Síndrome de Asperger.
En ese momento entraste en un terreno que desconocías y se te llenó la cabeza de preguntas: ¿qué tipo de empleo conseguirá?, ¿podrá enamorarse alguna vez?, ¿logrará tener amigos?
Para algunas familias, el diagnóstico puede ser un momento emocionalmente difícil; mientras que para otras es un alivio, ya que las sitúa en un lugar desde dónde pueden empezar a actuar.
En principio, es importante saber que el Síndrome de Asperger forma parte de los Trastornos del Espectro Autista, aunque esto no significa que sean sinónimos. En este caso interactúan causas genéticas y ambientales, que dan lugar a un anómalo funcionamiento del sistema nervioso central.
Si bien las personas con Asperger logran desarrollar su lenguaje con normalidad, muestran dificultades en la interacción social y en la comunicación, al tiempo que suelen tener intereses en áreas muy restringidas.
Si tenés hijos o familiares con Asperger, esta guía con nueve consejos puede ayudarte a entenderlos y a saber cómo vincularte con ellos.
1- Creá un vínculo que sea único y diferente. Así, comprenderás que su forma de querer no es igual a la tuya, aunque cabe preguntarse: ¿acaso hay una sola manera de amar?
2- No interrumpas de manera abrupta su juego solitario, arrimate de a poco para que sean ellos quienes te incluyan.
3- No los obligues a mirarte a los ojos, ponete a su altura y buscalos con tu mirada.
4- Si les cuentas un chiste y no se ríen, explicáselo. Ellos no comprenden el sarcasmo, la maldad ni las ironías, interpretan lo que decimos de forma literal.
5- Si te quieren contar una historia, ¡escuchalos! Seguramente es brillante.
6- Prestales mucha atención, a veces no miden el peligro.
7- Si ves que se encierran en su mundo, dejalos permanecer un rato. ¡A todos nos gusta viajar por nuestros pensamientos en algún momento del día! Y si se ausentan por mucho tiempo, convocalos de nuevo, pídeles que vuelvan.
8- Apartate de los prejuicios y deconstruí el estereotipo de lo “normal”; de esta manera lograrás dos cosas: por un lado, comprender que ser distinto al resto no equivale a algo malo; por otro, aprenderás a hacerle un lugar a la particularidad, a esa persona que sale de la estructura ya conocida.
9- Sígue el tratamiento indicado por los profesionales y si tienes dudas, pregunta.
Aun queda mucho por conocer acerca de este tipo de síndrome. Sin embargo, una intervención temprana aumenta la probabilidad de que la persona tenga una vida plena.