Las obligaciones diarias y la falta de tiempo conllevan, muchas veces, que padres recurran a guarderías con personas especializadas cuando el niño aún no tiene edad escolar.
Cuando eso no es posible, los abuelos dispuestos, cuidan a diario de sus nietos. Sin embargo, ninguna de estas opciones pareciera ser mejor que brindarles un cuidado personal.
Un estudio realizado en la Universidad de la Soborna, examinó el desarrollo emocional en chicos desde su nacimiento hasta los 8 años de edad.
El resultado de la investigación arrojó que los chicos que recibieron atención y cuidado formal por parte de sus padres, contaban con menos propensión a sufrir problemas emocionales y de comportamiento, y contaban con más habilidades sociales.
En cambio, aquellos chicos que asistían a guarderías mostraban habilidades sociales deficientes, problemas en el comportamiento y relaciones conflictivas con sus pares, especialmente si asistieron durante un año o más.
El antídoto es la comunicación, la anticipación, el diálogo, la coherencia, hacer visible lo invisible, poner en palabras las responsabilidades de cada uno.
Estudios anteriores de la Universidad de Glasgow en 2017, revelaron que los abuelos, podrían no ser la mejor influencia para los niños.
Se descubrió que los abuelos, sin saberlo, estaban afectando de manera negativa en sus nietos, en las áreas de salud y peso, dada la sobrealimentación y la falta de actividad física.
El equipo de la Unidad de Ciencias Sociales y de Salud Pública de la universidad dijo que el problema era más preocupante porque dos tercios de los abuelos ahora ayudan con el cuidado de los niños. Esto podría incrementar los problemas de salud, debido a que se registró que los abuelos habían mimado a sus nietos con demasiadas golosinas.